• José Ramón Sánchez, ca. 1974. Ilustración para el libro Soy un pez

  • Fina Rifà, ca. 1977. Ilustración para el libro Notxa

  • Pilarín Bayés, ca. 1973. Ilustración para el libro Cinco médicos para la historia

  • Asun Balzola, ca. 1978. Ilustración para el libro La niña sin nombre

  • Manuel Boix, ca. 1971. Ilustración para el libro El país de las cosas perdidas

  • Miguel Calatayud, ca. 1974. Ilustración para el libro Soy el aire

  • Luis de Horna, 1972. Ilustración para el libro Die verschwundenen Klompen

  • Miguel Ángel Pacheco, ca. 1976. Ilustración para el libro El niño extraño

  • Karin Schubert, ca. 1974. Ilustración para el libro Soy un pájaro

  • Carme Solé Vendrell, 1978. Ilustración para el libro En Benet i el seu roure

  • Ulises Wensell, ca. 1976. Ilustración para el libro El mandarín y los pájaros

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CAMBIO DE LUCES

Ilustración española en los 70

09 OCT 2015 — 28 FEB 2016

Archivo

Felipe Hernández Cava, comisario de la exposición, plantea un recorrido por la ilustración española en la década de los años 70, la cual se caracterizó por el retorno a la modernidad.
De este modo, Cambio de luces. Ilustración española de los setenta, reivindica el trabajo de una generación de ilustradores que en ocasiones la crítica ha reducido a «grandes dibujantes para niños», cuando realmente sus obras supusieron en aquellos momentos la introducción de un nuevo lenguaje, de una nueva estética, de un nuevo discurso, muy influenciado por el arte pop predominante en el panorama artístico de la época.

En esta muestra encontramos obras de once artistas de la talla de José Ramón Sánchez, Fina Rifá, Pilarín Bayés, Asun Balzola, Manuel Boix, Miguel Calatayud, Luis de Horna, Miguel Ángel Pacheco, Karin Schubert, Carme Solé Vendrell y Ulises Wensell, que no se constituyeron como un grupo homogéneo, sino que precisamente, con el estilo propio y personal de cada uno, fueron capaces de revolucionar el panorama de la ilustración española hacia nuevas formas durante los últimos años del franquismo y primeros de la transición, y mostrar su compromiso social y político en esta época convulsa, sensibilizándose especialmente con los nuevos modelos educativos. Todos ellos, contando con una preparación y destreza técnica que les permitió en muchas ocasiones superar a sus referentes internacionales y reivindicar su papel profesional desde la humildad de sentirse artesanos del lápiz y la acuarela.


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